Todo relato que se precie responde a unas reglas básicas establecidas: presentación, planteamiento, nudo y desenlace. Pero siempre hay quien escapa a estas reglas, a estas leyes. Perdidos (Lost) es un ejemplo de relato que ha quebrantado todas estas leyes.
Principalmente por que cada una de las seis temporadas, ha tenido su propio planteamiento, nudo y desenlace, ligado en una única trama, pero independiente por si mismo, vistos desde varios puntos de vista, adelantando y atrasando la trama a su antojo, pero sin perder el cordón umbilical que lo tiene todo unido. Por eso ha sido una serie tan poco "ortodoxa", quizá eso ha sido la clave de su éxito.
Cada "fan", ha seguido la historia a su manera, ha "respondido" por si mismo a los enigmas que se le iban planteando, ha ido "fabricando" las respuestas a estos enigmas por necesidad propia, ya que nadie los iba desvelando, al contrario, cada episodio añadía más dudas, más incógnitas y había que buscar respuestas fuese como fuere. A mi parecer ha sido una serie totalmente "abierta", cada uno la ha entendido o la ha interpretado individualmente, a su manera. Hay que enfocarlo como un acto religioso, un acto de fé, por eso al emitir este último episodio hay quien está contento y entusiasmado con el final (quienes hemos tenido fé, los que hemos creído en la serie desde el principio) y quien dice que todo ha sido una tomadura de pelo (los que la han visto como una serie más de TV, una serie de aventuras).
Los que veían y ven Lost como quien llena el carro de la compra con la lista de productos a adquirir, es lógico que se hayan visto decepcionados. Seguimos sin saber ¿De dónde procede la Isla?, ¿Por qué tiene ese poder?, ¿De dónde sale toda la parafernalia egipcia?. ¿Qué relación hay entre Ben y Widmore? ¿Por qué hicieron desaparecer a Walt de improviso cuando lo habían presentado al inicio como alguien tan especial? ¿Por qué Richard no hace más por los habitantes de la Isla? ¿Por qué....? ¿Por que..?. Y sobretodo ¿Que son los números?, esos números que han sido tan importantes desde los primeros episodios y que todos pensábamos que eran la clave de todos los misterios de la serie. ¿Solo eran numeros? ¿Solo marcaban a cada uno de ellos, como si de un simple numero en la camiseta de un futbolista, se tratase?. Estas son algunas de las innumerables cuestiones que jamás tendrán respuesta, bueno, sí que tendrán respuesta, pero en forma de declaraciones de los guionistas, o en alguna feria de cómics o en algún otro evento donde se vean bombardeados por preguntas de tele-espectadores. Pero ya serán respuestas forzadas, prostituidas por la obligación de contestar y dar un placebo a estos tele-espectadores. Hay muchas otras cuestiones ante las que se ha pasado de largo. Tranquilos no hay de que preocuparse, como he dicho antes seguro que todas estas preguntas tendrán respuesta, paciencia, pero eso ya es otra historia.
El misterio era la excusa, para poder contar esta historia. La Isla es un cebo, es la zanahoria para poder seguir adelante. La Isla es un símbolo. Es más, la Isla es pura metáfora del aislamiento, que es el tema principal de la serie. Jacob dice que los eligió porque estaban solos, porque sus vidas no iba a ninguna parte.
Entiendo que quien se sienta defraudado, lo está porque no le han dado la zanahoria. Quien quiera más respuestas, es que no ha sabido disfrutar del camino. Hay que mirar hacia atrás. Hay que observar todo lo que ha pasado. Hay que tener en cuenta, que si nos han tenido pegados al sofá durante seis años será por algo. Eso es esta gran serie. Un viaje de personajes con la excusa de la intriga, del misterio, de no tener nada claro, del drama, de cambiar todos los esquemas de una semana a otra, de la comedia, del terror, de la ciencia-ficción.
Ahora que todo ha acabado, disfruta de lo que has visto, de las teorías que has estado pensado durante estos seis años, de la emoción que tenias antes de empezar a ver un episodio, de las ganas de que llegara otro nuevo episodio.
Haz como Jack, relajate, cierra los ojos, recuerda la experiencia, date por satisfecho y descansa...
Principalmente por que cada una de las seis temporadas, ha tenido su propio planteamiento, nudo y desenlace, ligado en una única trama, pero independiente por si mismo, vistos desde varios puntos de vista, adelantando y atrasando la trama a su antojo, pero sin perder el cordón umbilical que lo tiene todo unido. Por eso ha sido una serie tan poco "ortodoxa", quizá eso ha sido la clave de su éxito.
Cada "fan", ha seguido la historia a su manera, ha "respondido" por si mismo a los enigmas que se le iban planteando, ha ido "fabricando" las respuestas a estos enigmas por necesidad propia, ya que nadie los iba desvelando, al contrario, cada episodio añadía más dudas, más incógnitas y había que buscar respuestas fuese como fuere. A mi parecer ha sido una serie totalmente "abierta", cada uno la ha entendido o la ha interpretado individualmente, a su manera. Hay que enfocarlo como un acto religioso, un acto de fé, por eso al emitir este último episodio hay quien está contento y entusiasmado con el final (quienes hemos tenido fé, los que hemos creído en la serie desde el principio) y quien dice que todo ha sido una tomadura de pelo (los que la han visto como una serie más de TV, una serie de aventuras).
Los que veían y ven Lost como quien llena el carro de la compra con la lista de productos a adquirir, es lógico que se hayan visto decepcionados. Seguimos sin saber ¿De dónde procede la Isla?, ¿Por qué tiene ese poder?, ¿De dónde sale toda la parafernalia egipcia?. ¿Qué relación hay entre Ben y Widmore? ¿Por qué hicieron desaparecer a Walt de improviso cuando lo habían presentado al inicio como alguien tan especial? ¿Por qué Richard no hace más por los habitantes de la Isla? ¿Por qué....? ¿Por que..?. Y sobretodo ¿Que son los números?, esos números que han sido tan importantes desde los primeros episodios y que todos pensábamos que eran la clave de todos los misterios de la serie. ¿Solo eran numeros? ¿Solo marcaban a cada uno de ellos, como si de un simple numero en la camiseta de un futbolista, se tratase?. Estas son algunas de las innumerables cuestiones que jamás tendrán respuesta, bueno, sí que tendrán respuesta, pero en forma de declaraciones de los guionistas, o en alguna feria de cómics o en algún otro evento donde se vean bombardeados por preguntas de tele-espectadores. Pero ya serán respuestas forzadas, prostituidas por la obligación de contestar y dar un placebo a estos tele-espectadores. Hay muchas otras cuestiones ante las que se ha pasado de largo. Tranquilos no hay de que preocuparse, como he dicho antes seguro que todas estas preguntas tendrán respuesta, paciencia, pero eso ya es otra historia.
El misterio era la excusa, para poder contar esta historia. La Isla es un cebo, es la zanahoria para poder seguir adelante. La Isla es un símbolo. Es más, la Isla es pura metáfora del aislamiento, que es el tema principal de la serie. Jacob dice que los eligió porque estaban solos, porque sus vidas no iba a ninguna parte.
Entiendo que quien se sienta defraudado, lo está porque no le han dado la zanahoria. Quien quiera más respuestas, es que no ha sabido disfrutar del camino. Hay que mirar hacia atrás. Hay que observar todo lo que ha pasado. Hay que tener en cuenta, que si nos han tenido pegados al sofá durante seis años será por algo. Eso es esta gran serie. Un viaje de personajes con la excusa de la intriga, del misterio, de no tener nada claro, del drama, de cambiar todos los esquemas de una semana a otra, de la comedia, del terror, de la ciencia-ficción.
Ahora que todo ha acabado, disfruta de lo que has visto, de las teorías que has estado pensado durante estos seis años, de la emoción que tenias antes de empezar a ver un episodio, de las ganas de que llegara otro nuevo episodio.
Haz como Jack, relajate, cierra los ojos, recuerda la experiencia, date por satisfecho y descansa...
